Más que pesca: la vida en torno a la langosta en Juan Fernández

Ignacio Guerrero Pereira, antropólogo de la Universidad Austral de Chile, viajó durante los meses de abril y mayo al archipiélago de Juan Fernández para investigar los modos de vida asociados a la pesca artesanal durante la temporada de la langosta.

Lo que comenzó como una tesis de pregrado se transformó en una experiencia inmersiva en la historia, la cultura y las redes afectivas de una comunidad que ha sabido sostener su identidad a través del mar. Su investigación fue realizada en el marco del FONDECYT N°11231127: “Prestaciones del paisaje en contexto de capitalismo posindustrial. Los futuros turísticos en dos zonas rurales archipelágicas de Chile” dirigido por la Dra. Asunción Díaz Álvarez.

Ignacio sabía que no quería hacer una tesis desde el escritorio. Para él, la antropología tenía sentido solo si se vivía en terreno. Así fue como eligió estudiar los modos de vida pesquero-artesanales del archipiélago de Juan Fernández, con un foco específico en la temporada de langosta, la cual empieza el 1 de octubre y finaliza el 14 de mayo, siendo una actividad que no solo sostiene la economía local, sino que estructura la vida cotidiana, los afectos y las memorias del lugar.

Durante abril y mayo de 2024, vivió en la isla Robinson Crusoe, compartiendo con pescadores y sus familias. Allí descubrió que hablar de pesca es hablar también de infancia, migración, familia, sostenibilidad, tradición y adaptaciones tecnológicas. A lo largo de su investigación, Ignacio entrevistó a más de 20 personas y se involucró en la vida local mediante observación participante, cartografía, entrevistas semiestructuradas, sombreo y conversaciones informales.

Su investigación no solo tuvo apoyo académico, sino que se inscribió dentro de un estudio mayor sobre los paisajes turísticos y las tensiones del capitalismo posindustrial en territorios rurales insulares. Desde esa perspectiva, su trabajo también ofrece pistas sobre los futuros posibles de la pesca artesanal en contextos de creciente interés turístico y ecológico.

La langosta: eje cultural y económico

La temporada de pesca de la langosta se extiende desde el 1 de octubre hasta el 14 de mayo, seguida por una veda que va del 15 de mayo al 30 de septiembre. Este calendario no fue impuesto desde fuera, sino que surgió por iniciativa de los mismos pescadores, quienes desde 1925 organizaron prácticas sostenibles para preservar la especie.

La historia comercial de la langosta se remonta a 1893, cuando el empresario suizo Alfred Von Rodt comenzó su exportación en conservas pequeñas latas que contenían las colas, marcando así el inicio formal de una economía exportadora basada en un recurso local en un territorio que hasta entonces vivía en un sistema cerrado, sin mercado nacional ni conexión fluida con el continente.

Actualmente, se estima que cerca del 70% de la economía del archipiélago depende directa o indirectamente de la extracción de langosta. Ignacio explica que la pesca no solo provee ingresos, sino que organiza el tiempo, define roles familiares y marca los flujos migratorios internos y externos. Además, se trata de una pesca artesanal basada en métodos sostenibles, solo se utilizan trampas, la talla mínima es de 11,5 cm, y las capturas deben permitir la supervivencia de hembras reproductoras.

“Esa medida mínima fue decidida por ellos mucho antes de que existiera un estudio científico. Lo hacían por experiencia y por respeto. Décadas después, se comprobó que esa talla asegura que la langosta ya haya vivido al menos siete años y pasado por dos o tres ciclos reproductivos. Esa es la sabiduría del lugar”, afirma.

Marcas, embarcaciones y herencias

Uno de los hallazgos más potentes de la investigación fue el sistema de marcas, las cuales se pueden definir como coordenadas del mar donde cada familia coloca sus trampas, basadas en herencia y respeto comunitario. Las marcas no están registradas oficialmente, pero nadie las cuestiona. Algunas marcas tienen más de 120 años de historia y son parte del legado que se transmite entre generaciones. Aprender a ubicar una marca no es simple. Antes del uso de GPS, los pescadores debían hacer triangulaciones visuales entre montañas, piedras y puntos de referencia costera para identificar el lugar exacto. “Es un arte. Me contaron de pescadores que demoraron hasta 10 años en aprender a reconocerlas. Hacer una marca nueva era aún más complejo: requería exploración, paciencia y suerte”.

Si alguien tira su trampa en una marca ajena, el dueño tiene derecho a retirarla. Pero esto no ocurre normalmente. Hay un respeto profundo, ya que saben que todos dependen de este equilibrio en el que están emparentados de alguna manera. La comunidad funciona como una gran familia.

Investigación etnográfica revela las redes, afectos y luchas cotidianas de personas en situación de calle

Una investigación realizada por Pilar Azócar, antropóloga de la Universidad Austral de Chile, reveló a partir de su experiencia como voluntaria y su trabajo directo con personas en situación de calle durante la pandemia, el enfoque asistencialista predominante en estas intervenciones. Su trabajo aporta una mirada más humana que podría contribuir al diseño de futuras políticas públicas más eficaces y contextualizadas.

Durante los meses más duros de la pandemia, mientras gran parte de la población permanecía resguardada en sus hogares, Pilar Azócar —entonces tesista y hoy antropóloga— comenzó a desempeñarse como monitora social en un albergue municipal de Osorno. Lo que comenzó como una oportunidad laboral, se transformó en el punto de partida para una investigación etnográfica que recoge, con sensibilidad y profundidad, los relatos de personas en situación de calle: una población históricamente invisibilizada tanto en las estadísticas como en el discurso institucional, según la autora.

Respecto a su motivación para desarrollar este estudio, Azócar comenta:
“Lo cualitativo me permitió mirar más allá de las cifras y explorar significados, contextos, vínculos… y sentarme a escuchar.”

Uno de los hallazgos más relevantes de su trabajo es el valor de las redes que construyen las personas en situación de calle. “Ellos construyen comunidad. Existe solidaridad, códigos de respeto, vínculos que se sostienen incluso en los entornos más hostiles”, explica.
En el albergue donde se desarrolló su estudio, por ejemplo, observó dinámicas de cuidado entre jóvenes y personas mayores, relaciones marcadas por lo que algunos autores han denominado la coexistencia entre “el poder de la ambición” y “el poder del corazón”.

En sus reflexiones finales, la investigadora también advierte sobre un vacío institucional y estadístico en torno a esta población. Hasta hace poco, la única fuente oficial eran los registros del Registro Social de Hogares, un sistema voluntario que muchas personas en situación de calle desconocen o directamente desconfían.

“¿Cómo se diseñan políticas públicas si ni siquiera sabemos cuántas personas viven realmente en la calle?”, cuestiona.

Recién en el Censo de 2024 se incorporó por primera vez a esta población, un avance significativo, aunque tardío. En cuanto a los programas gubernamentales, Azócar es crítica: iniciativas como “Vivienda Primero”, “Plan Protege Calle” y “Noche Digna”, aunque bien intencionadas, resultan insuficientes.

“En Chile se reacciona solo en invierno y con recursos centralizados, sin considerar la realidad completa de quienes habitan la calle. Necesitamos dejar atrás el asistencialismo y avanzar hacia un enfoque basado en derechos y autonomía”, sostiene.

¿Cuál es entonces el mensaje central de esta investigación? Que las personas en situación de calle no son casos perdidos, ni cifras en una planilla, sino sujetos sociales, con historias, afectos, estrategias de sobrevivencia y memorias compartidas.

“No podemos seguir siendo observadores pasivos ante su exclusión”, enfatiza Azócar. “Esta tesis es también una invitación a cuestionar lo establecido, a pensar nuevas formas de habitar nuestras ciudades y construir comunidad”, concluye.

Wladimir Riquelme Maulen, antropólogo y docente: “Lo que hay que tener es la facilidad para dudar, si eso existe, que ingresen a Antropología”

En voz de quienes lo viven, hoy la antropología es un oficio con múltiples espacios para participar; desde aplicación en políticas públicas, pasando por la reflexión a través de documentales, hasta la elaboración de informes y peritajes. Lo que sí parece claro es que se trata de un campo que ni el avance de la tecnología puede reemplazar; donde un observador está siempre presente y aporta al conocimiento desde el profundo vínculo de confianza.

Wladimir Riquelme Maulén es antropólogo, docente de la Universidad Austral de Chile, específicamente en el Instituto de Estudios Antropológicos, donde imparte la materia de “América Precolombina” para la carrera de Pedagogía en Historia. Pero su trabajo va mucho más allá del aula: también trabaja en el Observatorio Ciudadano y ha desarrollado investigaciones en temáticas ambientales, de pueblos originarios y territorio. 

Actualmente, colabora activamente en mesas territoriales, comunidades y organizaciones mapuche, en que elabora informes, peritajes antropológicos y asesora en decisiones políticas, judiciales o institucionales.

Está terminando un Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos en la Pontificia Universidad Católica de Chile, enfocado en conectar el espacio, el territorio y la vida comunitaria desde una perspectiva antropológica. Sumado a todo lo anterior, es documentalista y co-dirigió obras como “Palin” (2024, junto a Víctor Cuchipe) y “Wiñotuay chi lewfü” (2023, junto a María Ignacia Ibarra) donde ejemplifica cómo se puede investigar y narrar desde el registro audiovisual.

En sus palabras, la antropología es un oficio con fuerte presencia. En todas sus áreas, reflexiona, sigue siendo una carrera necesaria para comprender el mundo. Además, que es un oficio que se hace en colectivo, junto a colegas de diversas disciplinas. Eso lo hace muy entretenido, pensar en colectivo es muy importante para el mundo que nos toca vivir.

Documental, investigación y docencia

Para el profesional, la investigación hoy puede hacerse de muchas maneras. También señala que las nuevas generaciones son críticas, tienen intereses diversos y son claros en manifestarlo. Destaca que son sinceras respecto a lo que les importa -y lo que no- y que eso es una ventaja.

“Estamos rodeados de tecnologías, pero el pensamiento crítico, la confianza y los vínculos, son algo que la Inteligencia Artificial no puede reemplazar”, enfatiza.

En ese sentido, la antropología se vincula estrechamente con el trabajo en terreno y las comunidades. Recuerda que, en sus primeros años como estudiante, participó en trabajos de campo con antropólogos recién egresados de la Universidad Austral de Chiley que aquella forma más profunda de hacer investigación marcó su trayectoria.

“Son formas de  generar vínculos sinceros a lo largo del tiempo, después uno vuelve a esos lugares y la gente se acuerdan”, comenta, sobre el hecho de haber estado entrevistando a comunidades y agrega: “La antropología tiene la particularidad de vincularse con las personas, que otras disciplinas no las tienen tanto”.

Ese mismo formato de hacer vínculos aparece en su trabajo documental. El que agrega en su trabajo como docente, fomentando la habilidad de análisis en sus alumnos, a través del formato documental.

“Siempre tenemos el perjuicio de que las generaciones nuevas no leen. Pero si uno vemos a un documental como un documento de análisis, lo ven entero, analizan y comprenden en profundidad”. Con ello reflexiona que las formas cambian, pero el propósito es el mismo.

Sobre el futuro de la disciplina

Al respecto, Riquelme comenta que el futuro de la disciplina es algo que no se puede reemplazar: “La reflexión, escribir un texto, leer, registrar procesos, documentar historias, hacer cosas… yo creo que son difíciles de reemplazar. Por ahí vamos a seguir teniendo pega”.

Y deja un consejo para quienes consideran estudiar la carrera: “Recomendarles a los nuevos estudiantes que más que buscar información sobre la carrera, piensen en cómo les gustaría ser posterior a que ingresen: ¿oficinas? ¿terreno? (…) mi mensaje es que piensen en eso, como se ven en un futuro haciendo la profesión y realicen actividades con que sean felices”.

Finalmente, comparte una idea que resume su manera de habitar el oficio: “La antropología permite estar ahí, siempre”.

Subsecretaría de Pesca y Acuicultura se reunió con investigadores de la UACh

En dos jornadas de trabajo colaborativo pudieron intercambiar información sobre la implementación de La ley de caletas y formar lazos de cooperación e investigación en torno a la pesca artesanal.

En dependencias de la Universidad Austral de Chile representantes de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura e investigadores/as del Centro Ideal, adscritos al Instituto de Estudios Antropológicos y al Instituto de Acuicultura, se reunieron para trabajar en el intercambio de información generada de investigaciones científicas, en especial aquellas que pueden apoyar la implementación de la Ley de Caletas Ley 21.027/ 17. Para oficializar este intercambio de información, con enfoque en las personas, se plantearon distintas instancias de cooperación entre la Subsecretaria y la UACh.

Esta reunión fue organizada por el Dr. Gonzalo Saavedra del Instituto de Estudios Antropológicos y el jefe del Departamento de Pesca Artesanal del Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SSPA), Gonzalo Garrido, además contó con la participación de Sarah Ebel, investigadora en socio-ecosistemas marinos de la University of New England, Estados Unidos, Sandra Marín, del Instituto de Acuicultura de la sede Puerto Montt, Asunción Díaz y Magdalena Navarro, también de Instituto de Estudios Antropológicos, así como el Director Zonal de Pesca, Nicolás Valdivia, Susana Giglio y Daniela Cajas de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura en Los Ríos.

Gonzalo Garrido, jefe del Departamento de Pesca Artesanal, explicó que “Estamos hoy como Subsecretaría de Pesca y Acuicultura con varios temas que son de importancia para la institución pero no tenemos las capacidades para poder hacernos cargo, es por eso que podemos complementarnos con la Universidad con otras herramientas, como prácticas profesionales que puedan hacer alumnos de la UACH en la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, o en proyectos que la SSPA puede apoyar de la Universidad, o el uso de resultados de proyectos que ya han realizado o por ejecutar, y cuyos resultados pueden ser de gran ayuda para la labor institucional. en temas que son de importancia para ambas instituciones, ”. A lo que Garrido agregó “Estamos buscando una investigación más aplicada en las dimensiones humanas, por ejemplo, en nuestro ámbito es más pesquero de conservación, y necesitamos esta otra información para generar políticas públicas”.

Sobre la reunión organizada, el Dr. Gonzalo Saavedra comentó que “Esta reunión se logró en el marco de una serie de proyectos de investigación del sistema ANID, en particular proyectos Fondecyt, que hemos desarrollado en los últimos 15 años, en áreas costeras, principalmente orientadas a economías de pesca artesanal en la zona sur austral, pero también el Norte Chico, Valparaíso, aquí mismo en Valdivia. Hemos establecido desde hace bastante tiempo coordinaciones con actores relevantes del ámbito pesquero artesanal, tanto con organizaciones de pescadores, comunidades costeras, con otros equipos de investigación y también con instituciones del Estado”.

Además, el Dr. Saavedra explicó que, a partir de coincidencias en algunas instancias de cooperación entre el sistema público y las universidades, Gonzalo Garrido nos invitó a colaborar en talleres asociados a la implementación de la Ley de Caletas, la que se promulgó el 2017 pero se está implementando de manera más reciente y que promueve el desarrollo de las caletas de pescadores “Y esto ensambló bastante bien con el último proyecto que terminamos de desarrollar el año pasado, y que estaba orientado al estudio de los mercados costeros tradicionales y a sus socioecosistemas productivos”.

Nicolás Valdivia Cisternas, Director Zonal de Pesca y Acuicultura en la Región de La Araucanía y los Ríos, valoró que se esté avanzado en la cooperación entre a subsecretaría y la UACh “Yo creo que hay una interacción súper importante y positiva porque viene a complementar la labor profesional que hacen desde el sector, desde el nivel central, la Subsecretaría de Pesca. Sobre todo, con estas leyes que aún están implementándose, que queda mucho, mucho tiempo aún, son leyes que han decantado, por lo que es muy importante tener la visión de la academia porque viene a reforzar y a estimular todo ese trabajo con una visión complementaria.”

Actualmente se está trabajando en crear un plan de trabajo y un convenio marco para formalizar los acuerdos logrados entre las instituciones, para mejorar el trabajo de investigación y de implementación de políticas públicas en el área de la pesca.

ENTREVISTA | Entre el Cuerpo y la Máquina: Isaac Rivas Moya y la Crítica al Mundo Digital desde la Antropología

En un mundo donde lo digital parece haberse convertido en una extensión natural de nuestras vidas, la tesis de Isaac Nehemías Rivas Moya, titulada “Redes, seres e incertidumbre: una discusión re-imaginativa sobre la ciberantropología y el ciberespacio” (UACh, 2023), propone detenernos a pensar el vínculo entre humanidad, tecnología y ciberespacio desde una perspectiva crítica, filosófica y profundamente antropológica.

Graduado de la carrera de Antropología de la Universidad Austral de Chile, Rivas trabajó bajo la tutela del profesor Fernando Maureira Estrada y el profesor informante Mauricio Mancilla Muñoz. Su tesis dialoga con pensadores como Franco “Bifo” Berardi, Yuk Hui y Arturo Escobar, y se embarca en una profunda reflexión sobre cómo nos relacionamos —o dejamos de relacionarnos— con la tecnología.

– ¿Cuál es el principal hallazgo o propuesta que plantea tu tesis sobre el vínculo entre seres humanos, tecnología y ciberespacio?

Mi tesis plantea una crítica al modo en que el pensamiento occidental ha concebido históricamente a la tecnología como algo separado de lo humano, como una especie de “extrañeza útil” que llega desde afuera. Desde los conflictos entre los sofistas y los socráticos, pasando por Platón, hasta las concepciones modernas de la antropología, ha existido una escisión entre técnica y cultura.

Pero como dice Erik Davis, “hemos sido cyborgs desde el año 0”. La técnica no es un añadido, sino una constituyente de lo humano. La propuesta central de mi tesis es que, más allá del tono apocalíptico que ha teñido muchas reflexiones sobre lo digital, podemos —y debemos— abrir un espacio para reimaginar el vínculo entre tecnología y humanidad. En vez de temer la desensibilización de nuestras experiencias por la aceleración digital, podemos usar esa transformación como una oportunidad para replantear nuestras concepciones sobre lo humano.

– En tiempos donde pasamos gran parte de nuestras vidas conectados, ¿por qué es urgente mirar el mundo digital desde la antropología?

La antropología ha estado en deuda con la reflexión tecnológica. Hoy, nuestras relaciones sociales ya no se articulan solo en lo presencial, sino en flujos invisibles de datos, en algoritmos que interactúan con nuestras emociones y decisiones.

En mi tesis realicé una ciberetnografía con modelos de lenguaje, como GPT, para observar cómo las inteligencias artificiales comienzan a integrarse a nuestras vidas cotidianas como interlocutores, como espejos de nuestras emociones, incluso como herramientas de catarsis. ¿Qué hace la antropología ante esto? ¿Qué hacen las humanidades cuando los foros digitales están llenos de personas interactuando con inteligencias artificiales como si fueran terapeutas?

Para mí, es urgente entrar en estas discusiones sin tecnofobia. Las siguientes generaciones crecerán con estas tecnologías, y necesitamos marcos críticos y sensibles para comprenderlas.

– ¿Cómo cambian nuestras relaciones sociales y nuestras ideas de comunidad en un entorno digital? ¿Qué rol juega la incertidumbre en esto?

Las relaciones se reconfiguran desde la afinidad más que desde la cercanía geográfica. Internet permite que comunidades heterogéneas se formen a partir de intereses compartidos, pero también es un espacio de constante mutación y producción semántica.

La incertidumbre, en ese contexto, se convierte en una herramienta. No como falla epistémica, sino como un ethos, una actitud crítica frente a lo dado. En los entornos digitales, donde los agentes no siempre son humanos y donde la realidad puede ser fácilmente distorsionada, la incertidumbre nos ayuda a mantenernos atentos, a sospechar y a pensar más allá de lo evidente.

– ¿Cómo se vive lo humano en lo digital? ¿Estamos ante una nueva forma de “habitar” el mundo?

La palabra “habitar” para mí es un tanto complicada; la asocio con permanencia, y en la digitalidad las cosas rara vez permanecen. Quizás estamos frente a un deshabitar: deshabitamos espacios que creíamos propios de la experiencia humana para dar paso a este nuevo agente que es la tecnología. Deshabitamos para movernos hacia la aceleración de un mundo que cada vez se nos hace más extraño si lo miramos con los lentes conceptuales del pasado.

Incluso con el cuerpo, podríamos hablar de una deshabitación de nuestra corporalidad. Esto ya sucede con lo que algunos llaman “cultura de la prótesis”. En este contexto, el término “humano” se queda corto para abordar muchas de estas transformaciones, y ahí surge el poshumanismo como una forma interesante de pensarlas.

Si entendemos lo poshumano como una constante creación de concatenaciones que disuelven oposiciones metafísicas (como humano/técnico, natural/artificial), y reconocemos que la relación del homo faber con la técnica ha existido siempre, entonces —como sugiere Yuk Hui— siempre hemos sido poshumanos. Se vuelve urgente que actuemos como tales: que pensemos nuevas formas de relacionarnos con tecnologías que parecen inhumanas, pero que son la otra cara de nuestra existencia. Reflexionar tecnológicamente es una manera de reivindicar nuestra inhumanidad para pensar después del fin, incluyendo en esa reflexión a la biodiversidad y desplazando el antropocentrismo.

– ¿Qué mitos o ideas equivocadas sobre la vida en redes sociales crees que tu investigación ayuda a desmontar o matizar?

A mi parecer suele existir recurrentemente una confusión entre lo que son las redes sociales y la creciente vida digital. Es evidente que las redes sociales componen un lugar esencial en esta digitalidad, pero recorremos los parajes ciberespaciales también cuando leemos un artículo de Wikipedia, interactuamos con softwares inteligentes, usamos plataformas de streaming, o nos desenvolvemos en mundos como la publicidad, la edición, los videojuegos y muchas otras formas co-creativas con estas tecnologías.

Por otra parte, en relación directa con las redes sociales, existe una especie de demonización algorítmica, en la cual culpamos por completo a estas plataformas por la idiotización del contenido, asumiendo que es solo una fórmula matemática la que determina lo que consumimos. Pero sabemos hoy en día que una fórmula no puede explicar a cabalidad un algoritmo si no se considera dentro de un fenómeno más complejo de interacciones algorítmicas.

La idea persistente de que las tecnologías no nos pertenecen termina profundizando estas brechas conceptuales, generando antagonismos casi irresolubles entre personas que se saturan de contenido “brainrot”, sin ver que entrenan a su propio algoritmo con ese tipo de interacciones, como si fuera una profecía autocumplida.

Tiziana Terranova, teórica italiana, tiene un artículo en el libro Aceleracionismos, donde dice que aunque el capital se apropie de estas tecnologías para generar valor y control neuro-totalitario, eso no significa que no podamos hacer nada con ellas. Al contrario, sugiere que debemos recuperar su capacidad de expresar valores estéticos, sociales y éticos. Aquí se vuelve fundamental la educación digital, que nos permita discernir y elegir el contenido que deseamos consumir, y cómo queremos relacionarnos con estas plataformas.

– Tu tesis habla de una discusión “re-imaginativa” sobre el ciberespacio. ¿Qué significa eso y por qué crees que es necesario repensar lo digital?

La idea de “re-imaginativa” surge porque el concepto de ciberespacio ha sido moldeado, muchas veces, por narrativas poco críticas o directamente escapistas, como la del cyberpunk o la declaración de independencia del ciberespacio de John Perry Barlow.

Barlow concebía el ciberespacio como un universo inmaterial, libre de los límites del cuerpo. Pero eso es una ilusión. Toda esa supuesta “inmaterialidad” requiere de una infraestructura física brutal: servidores, cables, energía, minería de datos. Por eso creo que es urgente repensar el ciberespacio desde una mirada crítica y materialista, una que considere tanto sus promesas como sus contradicciones.

– ¿Qué tipo de nuevas preguntas crees que debería hacerse la antropología frente al avance de la inteligencia artificial y los algoritmos en la vida cotidiana?

Hay una entrevista al antropólogo británico Tim Ingold que me parece muy ilustrativa. Él plantea que la antropología debe ir más allá del canon tradicional que la define como el estudio de la otredad humana. Sugiere que debe pensarse como una disciplina especulativa, no solo empírica.

El mayor problema hoy es que la antropología ha fundido su estatuto epistémico con la etnografía, lo cual genera conflictos en ambientes profundamente digitales, donde el empirismo entra en crisis: ¿qué es un hecho en lo digital?, ¿puede observarse realmente?, ¿cómo definimos lo real en estos contextos?

Ignorar estos problemas conceptuales solo agudiza los temores y las confusiones. Por eso, necesitamos una antropología que no tema especular, imaginar, incluso alucinar. Y para eso, se vuelve crucial incluir a la filosofía, especialmente la filosofía de la tecnología, como una herramienta conceptual clave.

No podemos seguir separando filosofía y ciencia. Para abordar la inteligencia artificial y los algoritmos, necesitamos una antropología que se atreva a pensar en futuros posibles sin perder de vista su pasado. Una antropología que se pregunte por el futuro, para no quedar atrapada en su historia.

– Desde tu experiencia ¿cómo motivarías a otros jóvenes a estudiar antropología para comprender fenómenos actuales como las redes, el control digital o la virtualidad?

Que no teman relacionar la antropología con lo que más les llama la atención. No solo con lo digital o lo virtual. El científico también vive de sus deseos y sueños: lee en las vigilias, escribe en el insomnio.

No tengan miedo de no tener certezas sobre lo que quieren hacer. Abracen la incertidumbre que a veces paraliza, e inspírense en ella. Inspírense en el desconocimiento, en la falta de verdades.

Si quieren investigar temas de tecnología, cultiven una actitud autodidacta: aprendan herramientas digitales, familiarícense con software, lean sobre filosofía y técnica. Y, sobre todo, cuestionen cómo pensamos y usamos la tecnología. Como ya dije, nos pertenece, y pensarla también es una forma de reclamarla.

Bienvenida Generación 2025: Facultad de Filosofía y Humanidades recibió a 338 nuevos estudiantes

La recepción se realizó en el ágora del Edificio Guillermo Araya, para luego participar de una jornada de esparcimiento por carrera donde las y los jóvenes pudieron compartir y conocerse.

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Durante la mañana de este jueves 06 de marzo, se llevó a cabo la primera jornada de recepción dirigida a estudiantes de primer año, pertenecientes a las siete carreras de pregrado que se imparten en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile.

A pesar de la lluvia, jóvenes provenientes de distintos puntos del país y el extranjero pudieron conocerse y compartir en los distintos espacios físicos que albergan a la comunidad de la Facultad.

En la oportunidad, las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Equipo de Decanatura de la macrounidad, para luego dar paso a actividades preparadas por cada Equipo de Escuela.

Mientras que, durante la tarde, las y los estudiantes pudieron disfrutar de dos funciones de películas en el Cine Club UACh. Estas contemplaron el visionado de “Akira” (1988) y “Alien: el octavo pasajero” (1979), ambas enmarcadas en el género de Ciencia ficción.

Experiencia de nuevos estudiantes

“Conocí esta carrera gracias a laborantes que asistieron a una feria universitaria que se realizó en mi colegio, así que ese fue mi primer acercamiento a la antropología. Lo que más me llamó la atención fue el estudio del pasado y presente de los humanos, para poder especular sobre nuestro futuro como civilización. Vengo con todas las ganas de aprender y estoy abierta a todas las posibilidades que puedan complementar mi formación”, Constanza Obreque, estudiante de primero año de Antropología residente en Valdivia.

“Decidí venir a estudiar Periodismo porque es una carrera que me llama mucho la atención, y porque sé que aquí voy a poder desarrollar mis habilidades de escritura, además de conocer mucha gente nueva. Elegí esta casa de estudios porque tengo la certeza de que podré desarrollar muchos aspectos de mi vida que, de donde vengo, no habría podido”, Martín Avendaño, estudiante de Periodismo oriundo de Santiago.

“Quise estudiar esta carrera porque considero que siempre he tenido una conexión especial con los niños y, desde pequeña, he estado al cuidado de mis primos, así que creo tener la paciencia necesaria para ejercer esta hermosa profesión. Espero poder aprender la base teórica para ayudarlos a convertirse en sujetos de bien, entendiendo que cada niño tiene su manera de aprender y de crecer. En un futuro, una vez titulada, me gustaría poder complementar mi formación con el área de Educación Diferencial”, Sofía Carimán, estudiante de Pedagogía en Educación Parvularia proveniente de La Unión.

“Esta es mi segunda vez siendo mechona en la Facultad de Filosofía y Humanidades, porque anteriormente estudié Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales. Con el tiempo, me di cuenta que mi vocación por la pedagogía se mantenía, pero mis intereses académicos estaban más ligados a otra área, que es el inglés. Mi principal motivación para unirme a la carrera es poder enseñar este idioma que abre tantas puertas al mundo y, evocar en mis futuros estudiantes, las mismas ganas que tengo yo de ser docente”, Melisa Pairo, estudiante de Pedagogía en Comunicación en Lengua Inglesa procedente de Quellón.

“Elegí esta carrera porque mi intención es convertirme en una buena profesora y educar a los niños de manera divertida. Espero en un futuro poder entregarles a mis estudiantes una buena base para que sean seres humanos ejemplares y fomentar su vínculo con el deporte. Personalmente, practico patín carrera, pero vengo con todo el entusiasmo para aprender nuevos deportes, y que me entreguen las herramientas necesarias para poder enseñárselos a los pequeños”, Javiera Leiva, estudiante de Pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación, de Valdivia.

“Me siento familiarizado con la pedagogía por mi familia, ya que casi todos son profesores, así que soy bastante cercano a la profesión. Previamente, en el año 2018, estuve estudiando Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales UACh, pero por temas monetarios tuve que salirme de la carrera. Así que durante este tiempo estuve ahorrando para poder ingresar a lo que realmente me apasiona, que es la pedagogía, y por eso hoy estoy aquí”, Nicolás Latorre, estudiante de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales oriundo de Puerto Nuevo, ubicado en la cuenca del lago Ranco.

Instituto de Estudios Antropológicos participa de acciones convocadas por la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento

Ésta es la quinta de un total de doce reuniones que conformarán un informe final que será entregado al Presidente de la República, para dar paso a la creación de una vía institucional y legítima que aborde el conflicto de tierras.

Este lunes 12 de agosto, en las dependencias del edificio Guillermo Araya de la Facultad de Filosofía y Humanidades, se llevó a cabo el encuentro autoconvocado entre el Instituto de Estudios Antropológicos, el Observatorio Ciudadano y diversos representantes de comunidades mapuche de la región de Los Ríos.

La instancia se realizó en el marco del proyecto cofinanciado por la Unión Europea denominado “Promoción y apoyo a la incidencia del pueblo mapuche en el reconocimiento de su derecho a la tierra en el contexto del trabajo de la Comisión para la Paz y el Entendimiento”, (EuropeAid/177904/DD/ACT/CL), que tiene por objetivo documentar los casos de más de 40 comunidades mapuche desde la región del Bio Bío hasta la región de Los Lagos, que buscan sustentar y justificar la necesidad de recuperar territorios ancestrales.

El Instituto de Estudios Antropológicos UACh jugó un papel central en este encuentro , ya que presta asesoría técnica por parte de sus docentes en la documentación de la reivindicación territorial de comunidades mapuche que habitan la región. Sobre esto, la directora del Instituto, Dra. Debbie Guerra, enfatizó que el desarrollo de esta actividad da cuenta de nuestro compromiso con el territorio y el pueblo mapuche. También da cuenta de la necesidad de que nuestro trabajo esté vinculado a problemáticas de las comunidades con las que nosotros y nosotras trabajamos”.

De esta forma, apoyan la participación e incidencia de la comunidad indígena como parte de las acciones convocadas por la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento, creada por el gobierno del presidente Gabriel Boric en junio de 2023, con el propósito de establecer un espacio de diálogo que propicie propuestas viables de reparación entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche.

El co-director de la organización no gubernamental Observatorio Ciudadano, Hernando Silva, comentó que en esta quinta jornada “las comunidades participantes del proceso levantaron propuestas específicas en miras de poder generar respuestas a su reivindicación territorial y a la necesidad de modificaciones institucionales que permitan el pleno ejercicio de sus derechos”.

El diálogo se extendió durante toda la jornada del día lunes, donde fue posible plantear 13 puntos clave a tratar, entre ellos se destaca: la declaración de las tierras, el buen vivir, salud y educación intercultural, la transmisión generacional del saber, el trauma histórico y la reparación. Estas ideas serán redactadas en forma de acta que se unirá al resto de las emitidas al culminar las doce reuniones, que darán paso a la formulación de un informe final.

Participación estudiantil

En ese contexto, el tesista de quinto año de Antropología, Bruno Soto, indicó que se sintió motivado a participar del encuentro como forma de apoyar al lof mapu Riñinahue en su proceso de reivindicación territorial, comunidad con la que pudo compartir en otras investigaciones durante su formación profesional. “Estoy ayudando en aspectos técnicos intentando reconstruir los árboles genealógicos y trazar los límites territoriales desde los últimos caciques, que datan desde el 1890 hasta lo que es a día de hoy, como una forma de registrar ese proceso de desposesión”, señaló.

El estudiante también relevó la importancia de que la Facultad de Filosofía y Humanidades, sea parte de este proceso, sobre todo “porque como bien se dijo hoy, el Estado ocupa mucho la ignorancia como a su favor. Además, creo que la articulación que se está dando entre los distintos lofs y organizaciones de Los Ríos es muy fructífero”, puntualizó.

Finalmente, durante el encuentro se hizo un llamado a estar atentos de las actividades a realizar a futuro, ya que durante el próximo enero de 2025 se realizará un seminario de presentación del informe y resultados en las dependencias de nuestra Facultad.

Estudiantes de Antropología invitan a participar de conversatorio interdisciplinario sobre problemáticas medioambientales

Con el proyecto denominado “aproximaciones interdisciplinarias a problemáticas medioambientales de la región: una mirada holística de los conflictos”, las estudiantes de cuarto año de la carrera de Antropología UACh, Amanda Guzmán de Larderel y Antumalen Ayelen Antillanca, buscan vincular a la comunidad universitaria con los conflictos medioambientales del territorio regional.

Este proyecto es financiado por la Dirección de Asuntos Estudiantiles, a través de los fondos concursables de vinculación con el medio, disponibles cada año para desarrollar iniciativas que fortalecen el quehacer académico y recreativo de las y los estudiantes de pregrado.  

“Las jornadas contemplan la participación de once diferentes expositores que abordarán problemáticas medioambientales desde diferentes disciplinas e investigaciones asociadas a la defensa del lago Ranco, río San Pedro, río Valdivia y cerro Ille; áreas que se encuentran en conflictos debido al extractivismo latente y la instalación de megaproyectos que vulneran la flora, fauna de cada espacio, además de su valor espiritual en relación con las comunidades que viven y habitan el territorio”, indicó Amanda Guzmán.

Así mismo, la estudiante explicó que en las dos jornadas expondrán invitados que darán a conocer los diferentes procesos de investigación que se están dando en la actualidad respecto a normativa y legislación medioambiental, generando a su vez, vínculos entre los investigadores para futuras propuestas.

“Dichos abordajes interdisciplinarios serán expuestos los días 26 y 27 de octubre; dos jornadas en las que conversaremos sobre los diferentes procesos que se han vivido por la defensa del medioambiente, además de dar espacios para la conversación y socialización de las investigaciones llevadas a cabo por los académicos de la universidad y de otras instituciones universitarias”.

Las jornadas están programadas el miércoles 26 y jueves 27 de octubre, entra 14:00 y 19:00 horas, en el auditorio Hugo Campos del Edificio Emilio Pugin, Facultad de Ciencias UACh.

 

Las y los interesaods en participar deberán inscribirse en el siguiente link: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSe-aAbFaVODzgZTx-Re6JAmHkwcMdaxr5I3VLs7yV9BzYfIgw/viewform

 

 

Más detalles del evento en esta entrevista:

Presentaron el libro “Oikonomía. Economía Moderna. Economías”

“Oikonomía. Economía Moderna. Economías” es el nombre de la obra de Andrés Monares, el cual recorre las bases que marcan la lógica y el desarrollo de la Economía Moderna o de libre mercado desde una perspectiva crítica. Mas no se queda en un rechazo a situaciones o tecnicismos puntuales. En un recorrido histórico, cultural y teórico, expone y analiza las ideas y contextos que cooperaron en la construcción del economicismo actual.

La presentación de este libro en la Universidad Austral de Chile fue coordinada por la profesora del Centro de Idiomas UACh, María Navarro, y la presentación de la obra estuvo a cargo de la académica del Instituto de Ciencias de la Educación, Yessica Carrasco.

En la oportunidad, la académica destacó el diálogo interdisciplinario que ofrece la publicación.

“Me parece que el texto es sumamente rico para abordar la economía desde un lugar distinto al que se reconoce usualmente. Se hace una revisión histórica, sin hablar desde la historia, dialogan de una manera bien entretenida las disciplina sobre cuestiones que han sido baste dogmáticas. Por otro lado, hay un planteamiento humanista e interdisciplinario, y que nos hace sentido desde las ciencias sociales, es un texto que recomiendo revisar”, puntualizó la académica Yessica Carrasco.  

Así mismo, el Director del Magíster en Desarrollo a Escala Humana y Economía Ecológica, Dr. Jean Pierre Doussoulin, junto con destacar la realización de la actividad, señaló que “Andrés Monares ha sido bastante gentil, porque nos ha donado algunos ejemplares de su libro Oikonomía que es un área cercana al quehacer de nuestro magister. Somos un programa académico, transdisciplinario y este tipo de actividades también se enmarcan dentro de nuestro proceso de acreditación actual. Personalmente quiero agradecer a Andrés y mencionar que hemos tenido conversaciones con él y estamos organizando una presentación de su libro en FACEA, que esperamos sea en corto plazo”. 

Por su parte, el egresado de antropología UACh y autor del libro, agradeció la oportunidad de volver a reencontrarse con la comunidad universitaria

“Estoy muy contento de poder presentar mi libro en la Universidad, sobre todo porque me interesa dialogar con gente de diversas áreas sobre estas temáticas, justamente porque el libro tiene varias líneas de desarrollo, las cuales conversan con muchas profesiones. Es un libro de economía para no economistas”, indicó.

Vale mencionar que, este libro contó con el patrocinio del Magíster en Gestión Cultural de la Universidad de Chile, el Magíster en Desarrollo a Escala Humana y Economía Ecológica de la Universidad Austral de Chile, la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la Universidad de Chile, Federación de Sindicatos del Holding Heineken CCU y Caritas Chile.

Para quienes deseen revisar más sobre este texto pueden dirigirse a este enlace: https://drive.google.com/file/d/1TIpQ6lhAe5lK5-OVReOrLTcfSC16Dz8j/view