Vuelta a clases presenciales

El Ministerio pone en “las familias” la decisión si envían a sus hijos al colegio, nuevamente la insistencia de pensar la Educación como un bien privado. Sabemos que las familias son diferentes, distintas, lo que es muy positivo; sin embargo, esa diferencia en Chile se torna un problema cuando su origen es la desigualdad de sus condiciones sociales, económicas y educativas, finalmente de oportunidades. Ante este asunto la decisión y la seguridad es responsabilidad de “lo público” no del ámbito “privado”, pues no hay igualdad mínima para que las familias tomen su decisión en base a criterios más o menos similares o incluso condiciones sociales, económicas y educativas parejas, en este contexto la cancha de nuevo esta desbalanceada.

De muestra un botón: El ex ministro de hacienda aparece en un medio de circulación nacional manifestando su felicidad por haber ido a dejar y luego a retirar a sus hijos en su primer día de colegio, que surte tiene el ex Ministro, seguro sus hijos van a un colegio privado relativamente cercano y no usa el transporte público, otra manifestación de la clara lejanía que tienen con la vida real de la gran mayoría de las familias en Chile. Las comunidades educativas deben empoderarse como espacios de reflexión y toma de decisiones respecto de la Política Educativa, que como otras iniciativas del gobierno, no toma en cuenta al Chile Real, ese que se vive de a pie, con la angustia permanente de no contagiarse por COVID pero también de sobrevivir e intentar superar la excesiva brecha educativa que profundiza la desigualdad estructural propia del sistema neoliberal. Todos queremos que niñas/os vuelvan a las aulas, pero eso debe ser discutido en serio, con claridad sanitaria y también educativa. En términos sanitario pienso que al menos la comuna debe estar en fase 3 y en términos educativos con un plan de integración real de las modalidades presenciales y virtuales que asegure el cuidado, la salud socioemocional, acceso a contenidos y experiencias de interacción social significativas entre estudiantes y profesores que permita la construcción de aprendizajes para y en la vida, pues de seguro este año será de transición social hacia un nuevo modo de comportarnos y vincularnos como comunidades eco-relacionadas.