¿Como se enseña la ciencia?, ¿Cuáles son los desafíos de la enseñanza de la ciencia en la formación docente? Una investigación coordinada por la Dra. Paulina Larrosa docente del Instituto de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Humanidades junto a otras académicas del Instituto intenta responder a estas interrogantes.
El estudio llamado ¿Cómo están siendo formados los profesores de ciencias vía prosecución de estudios en Chile?:Contextos, posibilidades, proyecciones y desafíos para el aseguramiento de la calidad, fue financiado por el Fondo de Investigación Educativa del Programa de Fortalecimiento de la Formación Inicial Docente convocatoria 2019.
El grupo de investigación estuvo conformado por la Dra. Paulina Larrosa como directora del proyecto, y como co-investigadoras las profesoras del Instituto de Ciencias de la Educación Dra. Marta Silva, Dra. Tamara Busquets y Dra. Patricia Quintana, con el apoyo de la doctoranda Jennifer Brito.
La investigación indagó los significados que le atribuyen directivos de Programas de prosecución de estudios en ciencias naturales a la Formación Inicial Docente en que participan. Desde una mirada descriptiva/interpretativa con enfoque cualitativo, se buscó caracterizar los significados sobre la FID para las y los directivos e Identificar los principios formativos, curriculares, pedagógicos y didácticos que caracterizan a estos programas.
La Coordinadora del Proyecto, Dra. Paulina Larrosa sobre los resultados de este estudio comentó que “Los principales hallazgos encontrados en este estudio versan sobre la existencia de particularidades en cada caso, pero con presencia de elementos comunes, como la relevancia otorgada al aprendizaje basado en las prácticas pedagógicas, el pensamiento crítico, el aspecto situacional, relacional, dialógico y la importancia otorgada a las trayectorias biográficas-profesionales. Esto, junto a tensiones asociadas a la estandarización y rendición de cuentas del sistema educativo chileno”, explica Larrosa.
Respecto de los nudos críticos en la formación de profesores para la enseñanza de la ciencia, la Dra. Paulina Larrosa explicó que desde la mirada de los directivos destacan los tiempos de duración de los distintos programas que dificultan los procesos de enseñanza aprendizaje dada la densidad curricular.
También, “se enfatizan los conocimientos de entrada de las y los estudiantes como una barrera importante al iniciar la formación pedagógica, pues presentan contradicciones entre sus creencias y concepciones acerca de su disciplina y las implicancias de enseñarlas, pues las y los estudiantes provenientes de carreras científicas tienden, por un lado, a tener creencias muy distintas con respecto a la naturaleza de la ciencia, y, por otro, lo que significa su enseñanza en la escuela”, explicó.
Otro nudo crítico para destacar dice la académica es que “las políticas y normativas FID generan una gran tensión en quienes forman profesores/as, pues muchas de las acciones que realizan los programas para lograr los procesos de acreditación acordes a las normativas de las políticas FID, las realizan “por un deber”, más que por un convencimiento profundo de la relevancia de estos para la educación científica y preparación de las y los futuros maestros. Igualmente, se considera que muchas de sus actuaciones particulares, como el trabajo territorial en contextos de alta vulnerabilidad, o en redes con otros organismos para potenciar la ciencia en las comunidades, no es valorado por los sistemas de aseguramiento de la calidad”.
Competencias de los profesores y las profesoras de ciencia
La académica Paulina Larrosa, explicó que en la investigación la percepción que existe entre los directivos de programas de formación de profesores con respecto a las competencias que debe tener un profesor o profesora de ciencias es que “conciben a la futura profesora o profesor de ciencias naturales como un profesional autónomo, que aprende de manera situada, que potencia el diálogo, la colaboración, el pensamiento crítico, la reflexión e incorpora en sus prácticas pedagógicas estos elementos y en los entornos de las comunidades educativas en las que participa, considerando las particularidades de las y los estudiantes”, puntualizó.
Para lograr dichos aspectos explica la docente, “se espera que a lo largo de la formación, cada futura o futuro docente de ciencias, haya logrado la profundización de los contenidos de la disciplina y del marco curricular nacional en el área, mediante didácticas que contribuyan al fortalecimiento de la enseñanza de la ciencia, a partir de problemáticas surgidas de la realidad local, regional y nacional, que incorporen un compromiso ético para el mejoramiento y cuidado de la vida, del entorno cultural y natural, aplicado a contextos escolares diversos”.
Paulina Larrosa especificó que según el estudio “Igualmente, se destaca el desarrollo de capacidades y habilidades meta- cognitivas y de reflexión. Sobre ello se enfatiza, por ejemplo, en la auto-reflexión del desempeño profesional y la capacidad de gestionar el proceso de enseñanza-aprendizaje en conjunto a sus estudiantes y al resto de los colegas de la comunidad educativa donde se desempeñe”.
Finalmente, la académica del Instituto de Ciencias de la Educación plantea que “La contribución de la investigación se centra en tres aspectos fundamentales: el primero fue desarrollar un panorama general del estado del arte nacional e internacional de la Formación docente en ciencias vía prosecución de estudios; el segundo, la posibilidad de caracterizar los significados sobre la FID para las y los directivos de programas en ciencias naturales vía PPE, lo que, en tercer lugar, entregó luces sobre los principios formativos, curriculares, pedagógicos y didácticos que caracterizan a estos programas”. Dichos resultados serán compartidos a través de dos publicaciones científicas que prontamente serán divulgadas, como en distintos congresos y seminarios.