Tres académicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades se adjudicaron Proyectos Fondecyt de Iniciación

Tres académicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile (UACh) resultaron ganadores en el Concurso Nacional de Proyectos FONDECYT de Iniciación año 2019 otorgados por CONICYT.

En dicha convocatoria fueron adjudicadas 379 iniciativas, de las cuales 23 proyectos fueron captados por académicos de la UACh, ubicándola en el tercer lugar a nivel nacional con un monto total de $1.732 millones de pesos. Los proyectos aprobados corresponden a las facultades de Ciencias (7), de Filosofía y Humanidades (3), de Arquitectura y Artes (2), de Ciencias de la Ingeniería (3), de Ciencias Jurídicas y Sociales (2), de Medicina (2), de Ciencias Agrarias (1) y Sede Puerto Montt (2).

En la Facultad de Filosofía y Humanidades los académicos que resultaron favorecidos con estos fondos fueron la Dra. Yasna Yilorm (Instituto de Lingüística y Literatura), Dr. Jorge Polanco (Instituto de Filosofía)) y el Dr. Sebastián Peña (Instituto de Ciencias de la Educación).

En el caso de la académica del Instituto de Lingüística y Literatura Dra. Yasna Yilorm, se trata del proyecto nº 111911193 “Exploración de estrategias didácticas que respondan a la diversidad y garanticen la justicia social en las salas de clases de inglés como lengua extranjera: Un estudio de las percepciones de los profesores acerca de la implementación de las prácticas inclusivas en contextos escolares socialmente vulnerables”.

Según la docente esta noticia, significó un momento de mucha reflexión y gratificación ya que se trata de una iniciativa que involucra a sus pares docentes. “Fue linda sorpresa y muy significativa porque en esta oportunidad me corresponde trabajar con las y los profesores. Es importante porque si bien llevo mucho tiempo trabajando con ellos en otros proyectos, nunca lo había hecho en términos de investigación, más bien mi trabajo con docentes ha estado dirigido hacia un foco pedagógico pensado en los niños y niñas. Ahora me corresponde recorrer un camino con quienes son los gestores de todo lo que sucede en un aula con estudiantes socialmente vulnerables, para mi es un regalo de la vida, me siento muy privilegiada y honrada, siento una gran responsabilidad”, expuso la docente.

Por otra parte, el Dr. Jorge Polanco, se adjudicó el proyecto N°11190215 “Migraciones visuales entre artes visuales y poesía en Chile, Durante el periodo 1973 y 1990”.

Respecto al proyecto, el académico explicó que, este proyecto significa una continuidad al trabajo realizado en el área desde el año 2016. “Tal como lo he desarrollado en otras investigaciones, la actual propuesta enlaza las reflexiones de la teoría del arte y el análisis acerca de los modos de conformación de las estructuras artísticas considerando la importancia que esta discusión reviste tanto en términos estéticos, artísticos, filosóficos, literarios como políticos. Me interesa generar una relación entre filosofía, poesía y artes visuales en Chile, específicamente en periodo de dictadura por los quiebres que se pueden dar debido al carácter histórico y porque es un periodo que nos permite pensar el presente. La metodología se basa en una recopilación, mediante el trabajo de campo, entrevistas a editores y artistas, además de una interesante revisión de bibliotecas individuales. Ya hemos indagado anteriormente estas relaciones y prácticas visuales desde Santiago al sur, por lo que contemplamos ampliar la investigación de este Fondecyt al norte del país”, indicó.

Finalmente, el Dr. Sebastián Peña, líder del proyecto n°:11190537 “Evaluación del conocimiento, habilidades y actitudes de la formación pedagógica en educación física y su relación con los estilos de enseñanza y estrategias de evaluación de los académicos de la formación inicial docente”, contó que para el desarrollo de esta investigación trabajará con miembros de una Red Interuniversitaria que permitirá cruzar distintos tipos de enseñanza y potenciar la Formación Inicial Docente en las carreras de Educación Física a lo largo del país.

“Estoy muy contento por la evaluación obtenida ya que es un lindo proyecto e importante desafío académico que me va a permitir seguir creciendo como profesional. Mi idea es aprovechar las redes que existen para trabajar con los académicos que de desempeñan en esta área y abarcar las tres dimensiones del conocimiento (procedimental, conceptual y actitudinal). Considero relevante intervenir en una línea de estudio que pueda aportar a las políticas públicas del país, realizando una evaluación integral en la formación de los futuros docentes de educación física. El objetivo del estudio busca comprender el conocimiento, habilidades y actitudes de los estudiantes de último año de pedagogía en Educación Física a partir de los estándares orientadores de la disciplina y su relación con los estilos de enseñanza y estrategias de evaluación”, señaló.

Presentaron el libro “Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico”

A sala llena, el poeta y académico del Instituto de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Humanidades UACh, Dr. Jorge Polanco presentó su último libro titulado “Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico”. La obra es publicada por Editorial UV (Universidad de Valparaíso), donde en 325 páginas se recoge, desde una mirada filosófica, gran parte de la obra y trayectoria del poeta y artista visual más vanguardista del siglo XX en Chile.

En la oportunidad, Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades Dr. Mauricio Mancilla fue el encargado de ofrecer las palabras apertura, instancia que aprovechó para destacar el trabajo literario realizado por el académico del Instituto de Filosofía.

“El Dr. Jorge Polanco es un autor extremadamente prolífico y gran promotor de la vida artística y la cultura. En su corta estadía en Valdivia, nos tiene acostumbrados cada siento tiempo, a conocer una nueva obra que, por lo general, pone en tensión su propia formación con el trabajo literario. La pregunta que mueve de algún modo su trabajo es ¿Cuál es la mejor forma de presentar las ideas de la filosofía?, y justamente este campo es el campo de la literatura. Muchas veces ésta en tensión pareciera ser que camina en un espacio distinto a la filosofía pero también es, probablemente, uno de los espacios donde se puede verter las ideas propias del pensamiento”, indicó el Decano.

La presentación del libro estuvo a cargo del destacado comunicador, escritor y director de Editorial UV, Cristian Warnken, quién en primer lugar, valoró el alto nivel de edición de la obra, indicando que se trata de un ejemplar que permite al lector sorprenderse al mirar y tocar diversas texturas.

“Este libro tiene una característica especial, es un ensayo sobre uno de los escritores chilenos más destacados del siglo XX y, al mismo tiempo, es una obra antológica. Muchas veces los ensayos con los estudios de los autores están separados de la fuente y, en este caso, es interesante hacer el ejercicio de colocar esta fuente al lado de la interpretación del autor. Es un gesto muy potente y que se valora enormemente ya que, lamentablemente en la academia, muchas veces la teoría termina por usar la fuente, alejándose de la obra del autor. Destaco también que hay una tensión permanente en responder a la provocación de la poesía de Juan Luis Martínez, una tensión que nos provoca, que nos quita el piso, que nos mueve”, sostuvo el escritor.

Finalmente, el Dr. Jorge Polanco expuso algunos puntos de vista sobre la obra literaria y visual de Juan Luis Martínez, quien fuera destacado en su generación por su gran capacidad creativa, que lo llevó en los años setenta a ser parte del grupo de poetas Cinema de Valparaíso.

“Entre muchas cosas, la obra de José Luis Martínez nos invita a ver lo apocalíptico no como algo negativo o el término de algo, sino como una posibilidad de apertura a una nueva experiencia. Mi interés también está relacionado a trabajar el libro objeto como un libro de arte, pero precisamente, este autor nos hace reflexionar sobre la relación de la poesía con las imágenes, y cómo desarticula las imágenes a un lenguaje lógico discursivo o lineal; cómo entra a quebrar la posibilidad de un discurso lineal que sería la pretensión de la lógica y la ciencia. Se trata de un poeta visual que interrumpe la visualidad, podríamos decir que, hace una poesía del parpadeo. Más que la lucidez que podemos ver todos, más que una palabra plena, también el parpadeo es aquello que no se ve, que interrumpe, aquello que deja sombra, es una paradoja de la visión”, puntualizó.

 

Dr. Jorge Polanco lanzará su último libro “Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico”

Este viernes, en dependencias del Centro Cultural Casa Prochelle 1, se llevará a cabo la presentación del último libro del poeta y académico del Instituto de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Humanidades UACh, Dr. Jorge Polanco.

La obra, se titula “Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico” la cual se presenta en 325 páginas donde el autor repasa la obra y trayectoria del poeta y artista visual nacional, Juan Luis Martínez.

Este libro, sale a la luz por la Editorial UV (Universidad de Valparaíso) y recoge una lectura de la poesía de Martínez desde la mirada filosófica, que incluye una antología de los textos más significativos del artista, así como también recoge cinco certificados y la bandera chilena, que son parte de su obra La poesía chilena, y están hechos facsimilarmente para esta edición.

Presentación

El lanzamiento del libro se realizará este viernes 09 de agosto, a las 19:00 horas, en Centro Cultural Casa Prochelle 1, ubicado en Los Robles n°4, Isla Teja.

En la jornada, el autor estará acompañado del destacado comunicador, poeta y actual Director de Editorial UV, Cristian Warnken y el Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades Dr. Mauricio Mancilla, quién será el encargado de abrir la conversación.

Juan Luis Martínez, fue destacado en su generación por su gran capacidad creativa y vanguardista para la época. En los años setenta desarrolló sus primeras exposiciones visuales a partir de objetos, perteneció al grupo de poetas Cinema de Valparaíso, y apareció publicado en Nueva poesía joven en Chile (1972) de Martín Micharvegas, en Buenos Aires.

Lectura poética en Casa Luis Oyarzún

Titulada “Textos y Territorios”, la lectura es organizada por los Institutos de Filosofía y Artes Visuales de la UACh junto a la Dirección de Vinculación con el Medio para celebrar los libros objetos de Deisler que están expuestos en Casa Luis Oyarzún.

Participarán docentes de la UACh junto a poetas locales e invitados de Valparaíso. Felipe Moncada, Rodrigo Arroyo y Patricio Serey poseen una editorial independiente, hoy reconocida a nivel nacional, la que comenzó con ediciones artesanales. Ellos visitan Valdivia en el marco de las jornadas de Fomento Lector.

Coloquio “Prácticas de la imagen y de la escritura”

El coloquio comienza el miércoles 16, a las 14:30 horas, con la charla de Laura Coll, viuda del poeta, titulada “Guillermo Deisler prácticas de textos e imágenes”.

Para el día jueves, a las 16 horas, se programaron las presentaciones de Claudia Álvarez, “Registros visuales y metatextuales en la comunidad de artistas del Cono Sur: Deisler, Vigo y Padín” y de Sofía Barría, “Fronteras entre imagen y escritura: la poética visual de GRRR, Texto y Poema visivos y proposiciones a realizar de Guillermo Deisler”.

A las 17 horas, del mismo día, se realizará la conversación sobre escritura e imagen con Elvira Hernández y Verónica Zondek, “Cartas al azar”.

Durante la jornada del viernes, se desarrollarán dos mesas, la primera de ellas comienza a las 09:00 horas y tiene las presentaciones de la Dra. Cecilia Rodríguez con “Archivos para (des) armar. Cuaderno Caribe de Cristhian Vinck”, del Dr. Jorge Polanco con “El libro como archivo”, del Dr. Breno Onetto con “El libro imagen brechteano” y de la investigadora de la PUC, Marcela Labraña, con “La literatura en un estuche”.

La segunda mesa comienza a las 11:15 horas y está compuesta por el investigador de la USACh, Felipe Cussen, con “Papeles en blanco”, por la investigadora de la UFT, Megumi Andrade, con “Fotografía, escritura y budismo Zen: Valparaíso de Sergio Larraín” y por el investigador de la UACh, Pedro Araya, con “Papeles expuestos: escrituras & retazos”.

El coloquio se realizará en Casa Luis Oyarzún de la Dirección de Vinculación con el Medio, ubicada en Yungay #800.

Dan a conocer resultados del Concurso Regular de Proyectos Internos de la UACh

La Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística (VIDCA) aprobó 16 proyectos de un total de 23 postulaciones.

El mayor número de proyectos adjudicados fue obtenido por la Facultad de Filosofía y Humanidades, con 4 iniciativas a cargo de los docentes Jorge Polanco, Cecilia Rodríguez, Pedro Feria y Juan Pablo Venables.

Le siguen Medicina y Ciencias Veterinarias con 3 ganadores; las Facultades de Ciencias y Ciencias de la Ingeniería, cuentan con 2 proyectos aprobados; la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas y Sede Puerto Montt obtuvieron 1 iniciativa.

El proyecto del Dr. Polanco, académico del Instituto de Filosofía, fue el mejor evaluado alcanzando los 100 puntos. El título de su iniciativa es “Delimitación estético-conceptual de la imagen visual en la poesía chilena, durante el período comprendido entre 1973 y 1989”. Por su parte, la Dra. Cecilia Rodríguez, del Instituto de Lingüística y Literatura, obtuvo 96 puntos con el proyecto “Los álbumes fotográficos del entre siglo en Chile (S XIX-XX). Diálogos e intersecciones entre prácticas visuales y la emergente industria cultural”.

Los académicos del Instituto de Historia y Ciencias Sociales, Pedro Feria y Juan Pablo Venables, obtuvieron recursos para desarrollar sus investigaciones tituladas “Sociedad civil y procesos de cambio político: Chile y España en perspectiva comparada (1970-1990)”, por una parte, y “Chile como exportador global de políticas neoliberales en educación”, por la otra.

Cada proyecto fue evaluado por sus pares en Universidades y Centros de Investigación. Para la calificación se utilizaron principalmente la ponderación y los parámetros aplicados por FONDECYT. Las evaluaciones recibidas fueron procesadas de acuerdo a puntajes específicos, considerando los siguientes factores: Investigación propuesta, Investigadores, Viabilidad de la Ejecución y  Relevancia.

Los proyectos cuentan con un período máximo de 2 años para ser desarrollados y un monto máximo para su ejecución de 6 millones de pesos.

 

Los hermanos siameses

En la poesía chilena y quizás también latinoamericana, Nicanor Parra es el poeta más conocido que cuestiona el lenguaje al constituir el rótulo “antipoesía” como una marca casi personal, aun cuando podrían observarse los vínculos soterrados con la lírica grisácea de Pezoa Véliz y el anarquismo de Pablo De Rokha. Más allá de este registro de Poemas y antipoemas (1954) y de la importancia que tuvo la publicación posterior de los Artefactos (1972) como ampliación de su escritura hacia la visualidad, un poema de Obra gruesa (1969) compendia su concepción precaria del lenguaje: “Defensa de Violeta Parra”. Esta elegía, una especie incluso de apología a la manera de Sócrates (en el poema se habla de la cicuta), resalta las distancias con su hermana y con una comprensión del poeta. Violeta Parra es vista a la manera de una vidente, capaz de resucitar como Jesús a los muertos, alterar el orden de los poderosos y despertar el recuerdo vívido de la historia de Chile. “Basta que tú los llames por sus nombres / para que los colores y las formas / se levanten y anden como lázaro / en cuerpo y alma”. En esta defensa, Violeta es una mujer que redime y al mismo tiempo sufre por los otros. Es la imagen de la poeta total (palabra que se repite de diferentes maneras a lo largo del poema): “cocinera / niñera / lavandera/ niña de mano/ Todos los oficios”. A pesar del círculo de dolor infinito, es una arpillera, bailarina, chillaneja, el sostén de los pájaros y también quien los libera de su cautiverio. Violeta “volcánica” se funde con la geografía de Chile. Esta facultad total es capaz incluso de sobreponerse al dolor y a la muerte, hacer bailar a través de la cueca como si ésta fuera un vals. “Todos los sustantivos (…) son pocos”. Viola, la hermana irremplazable, que con su canto es la más fiel muestra de los parajes de Chile, de la Cordillera de Los Andes como de La costa; se distancia dolorida y radicalmente de Nicanor Parra. Andrés Ajens hace notar la falta del certificado de defunción de Violeta Parra en La poesía chilena de Juan Luis Martínez y que parece fundamental a la hora de entender esta tradición oral y popular de la poesía. Hay una diferencia entre el oído y el ojo en los hermanos; la conjunción familiar de los sentidos entre el privilegio del relato oral y la canción en Violeta respecto de la escritura y la visualidad en Nicanor. Como Neruda, Violeta expresa el derrumbe de una determinada visión del mundo popular, asfixiado después del golpe de estado. Nicanor, la incorporación de las nuevas formas de comunicación en la multitud citadina. El chiste como aspereza nihilista. Cual bisturí que escinde a los siameses, un verso corta en dos la elegía: “Pero yo no confío en las palabras”. Esta línea del poema da cuenta como una revelación la diferencia entre los dos poetas; a partir de allí Nicanor Parra le pide que regrese de la tumba a bailar y cantar con su guitarra: “una canción no más te pido (…) qué te cuesta mujer”. Esta súplica muestra la impotencia del poeta: a pesar de su llamado, no puede hacerla volver a la vida.  La desconfianza prima en la poesía del hermano mayor, en cambio Violeta era capaz de todos los oficios.

Artículo publicado en http://www.letras.mysite.com/jpol240118.html

Nietzsche político e intempestivo

librogportalesEn El origen, uno de sus libros autobiográficos, Thomas Bernhard relata que cuando estaba en el colegio cambiaron en el aula una esvástica por un crucifijo. Esta modificación al interior de la sala conjugó con que el inspector del internado fuera sustituido por un ferviente y joven profesor nazi. Posteriormente, cuando ganaron los aliados, la cruz cristiana volvió al mismo sitio anterior. La disciplina y la forma de proceder en los dos regímenes eran casi similares, no se notaba diferencia en la violencia ejercida a los alumnos entre el catolicismo y el nazismo. Uno y otro conformaban la prolongación ‘natural’ de una manera de proceder y comprender la vida. Esta sutil equivalencia indica una continuidad, semejante en algunos aspectos a la devastación que sucedió en Chile con Pinochet. El paralelismo tiene su explicación: para que el nazismo se haya establecido con ‘naturalidad’ (palabra exasperante usada a menudo por Bernhard), existen ámbitos complejos de determinar de una vez; requieren de una revisión de los compromisos culturales implícitos. Tanto el pinochetismo como el nazismo conforman modos asoladores de ‘pensar’ –fantasmas de la sinrazón, diría Armando Uribe Arce- que no desaparecen sencillamente con el fin de una guerra o la supuesta vuelta a la democracia. Así como Lévinas escribió Algunas reflexiones sobre la filosofía del hitlerismo, podría hacerse algo parecido con el pinochetismo. La filosofía, como otras áreas del saber, guarda una relación subrepticia y sobredeterminada con estas formas de acendrar la debacle cotidiana.

En Filosofía y Catástrofe, reeditado luego de catorce años por Ediciones UACh, Gonzalo Portales se propone examinar la herencia filosófica de la recepción nietzscheana a partir de la Shoah. Es una lectura y propuesta compleja, porque lo que lleva a cabo no es simplemente cotejar el legado nietzscheano en  términos de los documentos intervenidos por su hermana (labor cumplida por Giorgio Colli y Mazzino Montinari), sino de determinar cómo en su recepción los textos ‘colaboran’ o no al ‘malentendido’, discutiendo a su vez el planteamiento de Lukács en El asalto a la razón sobre el camino que sigue la ‘filosofía alemana reaccionaria’ hacia Hitler, donde se incluye a Nietzsche en un elenco filosófico que comienza por Schelling (supuestos responsables del irracionalismo que culmina en el Führer). La labor de Filosofía y Catástrofe rebasa por tanto la interpretación de Nietzsche para aguzar la mirada a la filosofía alemana del último siglo. A partir de la Fragmentaria (Nachlass), o los Fragmentos Póstumos como ha solido publicarse en castellano, Portales recorre el camino -en muchos casos ambiguo- tanto de la lectura y dichos de Nietzsche como de la manera de recibirlos, principalmente por parte de Heidegger. La exhaustividad filológica y hermenéutica del libro –además de un estilo fino en la interpretación- permiten dar cuenta del debate. ¿Es Nietzsche un antecesor que justifica el nazismo, aunque haya sido mal comprendido y manipulado? ¿Permite su filosofía una exegesis nazi y, por lo tanto, autoriza la catástrofe de la política europea y alemana? ¿Cómo entender la recepción de Heidegger y sobre todo el nihilismo en estos filósofos? Y lo más importante, sin que el libro se lo proponga explícitamente, ¿cómo comprender la política alemana del último siglo?

Estas grandes preguntas son recogidas y lo más sorprendente es que, a pesar de ser un libro de alrededor 170 páginas, las elabora de manera detallada y precisa (incluso impiden componer una reseña en los términos usuales). Esta exhaustividad contiene dos aspectos: primero, revisa lo que Nietzsche leyó en el momento de escritura de sus libros y los Fragmentos Póstumos, estableciendo un registro filológico-heurístico y, por otro lado, cómo fue leído por los pensadores alemanes, despejando un camino hermenéutico en la bibliografía secundaria, relevante en cuanto a la recepción. Estos enfoques imbrican, por así decir, dos tiempos: la vista hacia la influencia del Romanticismo Temprano en el pensamiento de Nietzsche, en primer lugar, y la filosofía alemana del siglo diecinueve, en el horizonte general. Y, al mismo tiempo, aguza la vista hacia el porvenir, vale decir, la interpretación compleja tanto en el plano filosófico como político de Heidegger, dominante en la discusión sobre Nietzsche durante el siglo veinte. Estas dos miradas confluyen en la reflexión política; es más, me arriesgaría a afirmar, Nietzsche es para aquel Gonzalo Portales del año 2002 –cuando publicó la primera edición- el eje de comprensión de la política alemana y europea de los últimos siglos. De ahí que este breve y denso ensayo condense de algún modo las investigaciones minuciosas recorridas por su trabajo intelectual.

La inscripción “Nietzsche” es engañosa. Filosofía y Catástrofe no consiste ‘simplemente’ en una monografía; bajo esta firma reputada, hasta en el plano de la cultura de masas, Portales ofrece una interpretación de la historia de la filosofía alemana. Nietzsche parece presentar un dilema acerca del estatuto de la filosofía; la interrogación respecto del quehacer filosófico implica pensarlo no solo como la especialización de un periodo o de un giro sustentado por una personalidad radical (algo así como la “originalidad” o “genialidad” de Nietzsche), sino en cuanto un pensamiento que intuye, incorpora e instituye una legibilidad de la cultura. En este caso se trata de la guerra y la catástrofe (o el vaticinio sobre la gran guerra, como advierte complejamente Nietzsche) como legado del nihilismo europeo y la muerte de dios, que ya estaba ínsita en el cristianismo. El vuelco catastrófico, que implica consumar la catástrofe y no volverse hacia un conservadurismo, tiene diversas aristas históricas y filosóficas, que también incitaron ‘equivocaciones’ en el mismo Nietzsche por medio de su decir profético y, por cierto, virulento.

A grandes rasgos, existen al menos dos niveles explícitos de esta catástrofe. La primera contiene el correlato histórico que marca a Europa y las explicaciones que buscan una respuesta tanto filosófica como política: Auschwitz. La segunda es la que Portales caracteriza a partir de Nietzsche como la utopía catastrófica asociada al superhombre. Vale decir, la transformación radical sobre lo que se ha comprendido como “hombre”: el paso muchas veces tormentoso de la aurora al ocaso. Es la tensión que provoca el giro hacia una nueva época y el destino que implica este quiebre; una lucha por hacer girar el mundo en otros ejes y al mismo tiempo el proceso destructivo que implica la conformación de una época distinta a partir de las ruinas, que desde el siglo diecinueve hasta hoy se enfatiza sobre todo en el plano artístico. Y no solo –como demarca Heidegger a través de Nietzsche- en el ámbito europeo. La politización del arte puede verse, a través de su vuelco inmanente, como un plano secuencia de la muerte de dios.

Esta dualidad de la catástrofe –saliéndonos ya del libro- indica un juego entre duelo y utopía, inclusive su conjunción. A la que es preciso sumar una tercera (ya aludida y que volveremos a mencionar al final). Es lo que Dostoievsky observó tempranamente a partir del abismal personaje Kiriloff, que Nietzsche parafrasea en el esquizofrénico de la Gaya Ciencia anunciando la muerte divina, y ‘encarna’ al final del Ecce Homo cuando se refiere a la gran política: “Vendrá un hombre nuevo, dichoso y orgulloso. Aquel para quien le será indiferente vivir o no vivir, ése será el hombre nuevo. Aquel que vencerá al sufrimiento y al terror, y el mismo será Dios. Entonces, el otro Dios ya no existirá (…) Entonces empezará una nueva vida, un hombre nuevo, y todo será nuevo. Entonces se dividirá la historia en dos períodos: del mono al aniquilamiento de Dios, y desde el aniquilamiento de Dios hasta…Hasta la transformación física del hombre y de la tierra. El hombre será Dios y se modificará físicamente. El Universo se transformará, igual que las obras, los sentimientos y los pensamientos”. Los endemoniados (1872). El último capítulo del libro de Portales, “Fragmentaria del nihilismo europeo y la gran política”, se hace cargo de esta discusión con las dificultades que implica dar cuenta a su vez de las interpretaciones de Nietzsche a partir de Heidegger y las manipulaciones del nazismo. A diferencia de la interpretación heideggeriana, donde prima la distinción entre lo suprasensible y lo sensible en cuanto muerte de dios, ligada a su cuestionamiento a la metafísica de la presencia, Portales aclara que la catástrofe nietzscheana es más bien decimonónica, es decir, apunta a la desaparición del sentido teleológico del acontecer, cuyos límites tienen que ver con un asunto histórico, no una interrogación que regrese a los orígenes griegos. “Este es el extremo persuasivo y fáctico desde el que la gran política debiera intentar invertir el proceso de deterioro de la comunidad y de abatimiento del hombre ya incapacitado de reconocerse a sí mismo. Pero su tarea no consiste en impedir la catástrofe, sino en consumarla” (167). Mirada esta devastación desde otro ángulo, cuando muere dios, no es que ya todo esté permitido (Dostoivesky), sino que lo que queda es la política, el espacio de juego de la inmanencia que es necesario cumplir. Pero, ¿en qué consiste esta política, a la que el filósofo suma la carga de ‘gran’?

A pesar del ámbito decimonónico del debate, donde es necesario situar el horizonte histórico de Nietzsche, Portales observa igualmente el tono altisonante del filósofo, su constante búsqueda por jerarquizar a los hombres, la exigencia de crianza de los últimos fragmentos, el cinismo político de la aniquilación devastadora, el desánimo histórico y el padecimiento de crisis; y al mismo tiempo resalta la necesidad de leer su filosofía con un oído atento y una hermenéutica tolerante ante su escritura grandilocuente y aporética, sobre todo a la vista de las guerras y las catástrofes suscitadas en el siglo veinte donde Alemania tuvo un rol protagónico. De manera compleja y también aporética, Portales termina su libro con el silencio que involucra Nietzsche, es decir, interpretando el enigmático párrafo final de Filosofía y Catástrofe, con las contradicciones y las múltiples máscaras que ha implicado para el futuro.

Siguiendo la discusión otra vez en los límites del libro, a estas muertes teleológicas y metafísicas de dios, es posible sumar su defunción por medio de la tecnología y la mirada globalizada. Hace solo un poco más de un siglo, Nietzsche escribía en la Gaya Ciencia: “«¿Es verdad que el amado Dios está presente en todas partes?», preguntó una niña pequeña a su madre: «pero eso lo encuentro indecente»”. Hoy esta mirada está ocupada por google maps. Con el desarrollo de los nuevos aparatos técnicos, los conceptos de lo humano y divino se ven profundamente trastocados; y en este trastorno la figura del hombre y su cuerpo se descentralizan del mundo (a pesar del énfasis en cierta interpretación de Nietzsche, en esta transformación de lo humano el cuerpo no constituye necesariamente el “centro de gravedad”). El carácter orgánico puede modificarse y recrearse; en algún momento incluso  podrá conectarse completamente a los aparatos tecnológicos, como muestran algunos artistas contemporáneos. ¿El superhombre como unión entre el hombre y la máquina? Por otro lado, el ojo absoluto que contiene la “voluntad de ver todo” –empleando expresiones hiperbólicas de Gérard Wajcmanglobalizan la mirada y ponen en discusión la perspectiva. El concepto de hombre como “ventana al mundo” requiere ser repensado, no solo a partir de la defunción de su concepto en la conformación de las Ciencias Humanas (Foucault, 1966), sino también del “sujeto político” globalizado, donde un dispositivo técnico es desplazado por otros (habría que revisar actualmente el perspectivismo nietzscheano y la invención de la perspectiva heredera de Alberti). La privatización de lo público y la publicidad de lo privado, implican sopesar de nuevo estos conceptos y comprender el ejercicio de la política en la actualidad, incluyendo su lenguaje. En síntesis, con la muerte de dios teológica y metafísica, ¿se origina otra divinidad?, ¿un nuevo dios tecnológico?

Para terminar, ¿por qué Nietzsche retorna y no deja de insistir e interpelar a los nuevos lectores de filosofía? Es preciso analizar por qué ciertas concepciones filosóficas se imponen en épocas y lugares determinados. Tanto Nietzsche como Heidegger han sido lecturas fundamentales en Chile para generaciones sucesivas. El primero, como mencionamos al pasar, ingresó  incluso en el habla cotidiana, pronunciándose su nombre casi como un lugar común, a menudo banalizándose su pensamiento y al mismo tiempo influyendo en medios que rebasan el ámbito filosófico. El segundo ha tenido una vigencia que atravesó la mitad del siglo veinte (si es que no antes) y su enseñanza continuó en el periodo de la dictadura. A riesgo de parecer general, a mi juicio tanto Nietzsche como Heidegger conforman uno de los pares filosóficos que prevalecen como disputa soterrada de la ‘filosofía’ escrita en Chile. En una pugna política implícita, los dos implican comprensiones de la filosofía y la teoría, tal vez por la importancia que todavía reviste la teología cristiana en la enseñanza y el modo de exégesis ligada al culto. (De ahí la dificultad de la continuidad de la lectura de Marx en Chile, aun cuando no siempre retorne desde los ‘estudios filosóficos’) Intentar ‘despejar’ a Nietzsche de la comprensión heideggeriana –o de una interpretación heideggerianasignifica ejercer una sutil operación secular frente a una interpretación de cierta parte de la enseñanza de la filosofía en Chile que todavía busca en Heidegger un fundamento paradójicamente metafísico, si no directamente religioso.

En este campo de batalla de las recepciones, donde las lecturas sobre Heidegger también entran en liza, la acuciosidad de Portales recurre de manera inusual al recorrido alemán de las lecturas acerca de Nietzsche. Digo inusual porque hoy el nombre Nietzsche tiende a correlacionarse con los de Freud y Marx, gracias principalmente a la recepción francesa de Ricoeur y sobre todo del reconocido texto de Foucault que aguza la mirada sobre estos tres nombres. Si bien Portales aborda la interpretación de Derrida y Bataille, su investigación se enfoca primordialmente hacia el mayor desastre en que la gran política nietzscheana terminó involucrada: Auschwitz. (En este sentido, el Prefacio de René Baeza es un buen comentario y complemento). Quizás por esta salida de marco de los referentes citados, es que este libro resulta inusitado en el contexto chileno y tal vez latinoamericano. Leído desde hoy en clave política, Filosofía y Catástrofe origina nuevas interrogaciones: ¿Por qué Nietzsche fue –y tal vez sigue siendo- uno de los pensadores más referidos en los años noventa con el regreso de la democracia y el triunfo alegre del neoliberalismo en Chile? A partir del ámbito político de la catástrofe cotidiana y de las justificadas revueltas de los últimos años, donde los triunfos de los poderosos han criado cuerpos y jerarquizado el mundo, ¿en qué sentido Nietzsche sigue siendo aún una lectura intempestiva?

Jorge Polanco Salinas – Académico Instituto de Filosofía Universidad Austral de Chile