Durante el desarrollo del curso “Ética, relacionalidad y desarrollo humano”, estudiantes del Programa de Formación de Profesoras/es Para Enseñanza Media participaron en la actividad denominada Canto al Agua, enmarcada en la celebración del Día Internacional del Agua.
La actividad estuvo a cargo de la académica del Instituto de Ciencias de la Educación, Dra. Angela Niebles, quien coordinó un espacio pedagógico que contó con la participación de mujeres que, a través de la danza, el canto y la música facilitan procesos de sanación en Valdivia y Futrono. Además de algunas(os) estudiantes de Pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación, que cursan la asignatura Aprendizaje, cognición y diversidad.
El movimiento Canto al Agua es una red intercultural internacional que actúa en defensa y protección de las aguas del planeta a través de diversas acciones.
La Dra. Angela Niebles explicó que, producto de su tesis doctoral denominada Agua, mujeres y afectividad, su compromiso con la movilización consciente en torno a las transformaciones micropolíticas en la formación inicial docente se relaciona con la inmersión en escenarios donde las, los, les estudiantes puedan experienciar otras formas de conocimiento y saberes que les permita ensanchar el ethos docente de manera pluriversal, ecoafectiva.
“El humedal Angachilla, santuario de la naturaleza es un espacio comunitario en el que se conjugan el trabajo colectivo de la vecindad aledaña quienes durante más de una década han liderado el cuidado efectivo de este reservorio de agua, en los últimos años la presencia de la comunidad mapuche Kalfvgen ha fortalecido la dimensión espiritual de esta iniciativa política y de defensa del territorio”, indicó.
Por su parte, dirigente y uno de los líderes comunitarios del humedal, Jaime Rosales, manifestó: “Ese territorio, esas aguas me hicieron parte de él, parte de ella, me siento así, siento que disfruto con cada color, con cada canto de las aves, disfruto con cada verdor, siento que cuando miro hacia atrás pareciera que fueron muchos años, pero pareciera que fueran tan pocos, un solo instante de eternidad y pedacito de cielo, ahí. Creo que hoy en día es mi principal fuente de energía, y en eso agradezco haber llegado y haber invitado a la Machi Paola, porque me permite redescubrir, reconocer y reafirmar lo que venía sintiendo durante mucho tiempo, que es el valor espiritual que tiene el humedal, hoy puedo decir como dice ella que habitan el ngen del agua, el ngen ko; el menoko, el espíritu del humedal”, manifestó.