La noble tarea de educar: el más bello proyecto de vida

Aún hoy Gabriela Mistral nos interpela con sus palabras: “si no realizamos la igualdad y la cultura dentro de la escuela, ¿dónde podrán exigirse estas cosas?”. Con sabiduría la maestra nos indica que las escuelas constituyen espacios excepcionales para desarrollar y defender los más altos valores de una sociedad. Es por ello que en este día todas las comunidades escolares hacen un alto en sus actividades regulares para reconocer el encomiable quehacer de profesoras y profesores, quienes son el cuerpo y alma de la educación de nuestro país, y que con amor y escucha ejercen la noble tarea de educar. Son quienes guían y motivan a niñas, niños y a jóvenes para que sean cada día mejores personas.

Si bien el actual Sistema de Desarrollo Profesional Docente busca reconocer y consolidar el papel clave de esta profesión y mejorar las condiciones para su desempeño, aún hay deudas pendientes con el gremio docente, tanto en materia de valoración social como en el resguardo de sus derechos fundamentales. Es importante que los distintos actores que conformamos la sociedad –en especial quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos del país– avancemos en la valoración del profesorado, no sólo en el discurso, sino también en la generación de políticas y medidas concretas que promuevan la dignificación de esta labor.

Como institución formadora tenemos el enorme desafío de aportar al fortalecimiento de la educación pública en todos sus niveles, respondiendo a las necesidades de nuestras comunidades y territorios. Es por ello que –a partir del año 2020–, la Universidad Austral de Chile reabrirá la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia, no solo para contrarrestar el déficit de profesionales en educación preescolar en la zona, sino también porque estamos convencidos que la etapa temprana de la vida es determinante para las futuras oportunidades de niñas y niños.

La educación es la mejor herramienta de transformación social y ser docente es tener la oportunidad de contribuir en ese cambio. Un buen docente no necesariamente es aquel que sabe y maneja todos los conocimientos que debe impartir, sino el que logra que sus estudiantes aprendan y disfruten del proceso, aquel que inspira, valora y estimula la creatividad. Por esta razón, en este día tan especial, hemos querido manifestar nuestra gran admiración y reconocimiento a todos aquellos que dedican su vida al servicio de la educación, porque ser profesor y profesora constituye el más bello proyecto de vida.

¡Feliz día!