Visita del académico se da en el marco del Proyecto Fondecyt Regular “N.º 1221524 – Trayectorias de profesores rurales: Aportes para una mejor comprensión de la escuela rural”, liderado por el Dr. Marcelo Arancibia, del Instituto de Ciencias de la Educación.
Bajo el manto de su lluvia emblemática, Valdivia acogió al Dr. Ignacio Rivas Flores, afectuosamente conocido como Nacho Rivas en los círculos educativos. Este ilustre académico de la Universidad de Málaga ha tejido una trayectoria profesional de admirable ascenso, partiendo como profesor encargado de curso y escalando hasta la posición de catedrático desde 2010. En el corazón de su labor investigativa, que se arraiga profundamente en metodologías cualitativas y etnográficas, Rivas ha dedicado las últimas dos décadas a enriquecer el campo de la investigación Biográfica y Narrativa. Su viaje intelectual también incluye la colaboración con grupos de investigación de renombre y la creación de su propio colectivo, ProCie, en 1995, marcando su huella en el vasto paisaje de la educación.
La visita del Dr. Ignacio Rivas Flores a la ciudad sureña de Chile, Valdivia, se ha desarrollado en un marco de amistad e investigación colaborativa con el Dr. Marcelo Arancibia de la Universidad Austral de Chile. El Dr. Arancibia, lidera el proyecto Fondecyt Regular “N.º 1221524 – Trayectorias de profesores rurales: Aportes para una mejor comprensión de la escuela rural”, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y ha sido un anfitrión clave en esta integración académica.
La carrera del Dr. Rivas abarca tres áreas principales de investigación: la organización de instituciones educativas, el desarrollo profesional docente y la política educativa. En Valdivia, participó de una intensa semana de actividades, reuniones con profesores, charlas para estudiantes de pre y postgrado y además una presentación magistral titulada “Investigación, formación y cambio. Un triángulo para transformar el sistema educativo”.
El discurso del Dr. Ignacio Rivas Flores en Valdivia abordó de manera integral las transformaciones en el campo de la educación, destacando el importante papel de la investigación y la formación docente. Su visita, en colaboración con el Dr. Marcelo Arancibia de la Universidad Austral de Chile, se alinea con un proyecto Fondecyt que busca comprender y mejorar la educación rural. El enfoque de Rivas, centrado en la investigación biográfica y narrativa, propone una revisión crítica de las prácticas educativas actuales, subrayando la necesidad de un cambio desde una perspectiva decolonial.
¿Qué influye en la investigación?
En la actualidad, la investigación está fuertemente influenciada por el clima político y cultural. Las tendencias dominantes se orientan hacia enfoques más instrumentales y positivistas, perdiendo de vista la dimensión humana y subjetiva del conocimiento. Esto ha llevado a una ciencia que prioriza protocolos y técnicas sobre el verdadero entendimiento y mejora de la sociedad. Asimismo, se observa una creciente influencia de los intereses corporativos y políticos en la definición de lo que se considera conocimiento válido.
¿Cuál es su mirada sobre la lógica detrás de la investigación?
Nos encontramos inmersos en un tipo de investigación dominado por una lógica extractivista, que prioriza la extracción y la instrumentalización de datos en detrimento de la voz y la experiencia de los sujetos investigados. En este modelo, la verdad se moldea según patrones culturales, políticos e ideológicos dominantes, validando procedimientos de investigación que se alejan de la perspectiva subjetiva y favorecen enfoques técnicos e instrumentales. Esta tendencia clasifica y categoriza, reduciendo la complejidad del conocimiento humano a un conjunto de datos cuantificables.
Entonces, ¿esta dinámica también refleja la forma en que se valora y se legitima la investigación?
Sin duda. Los investigadores se ven obligados a seguir protocolos estandarizados y metodologías aprobadas por las editoriales dominantes, lo que restringe la diversidad y la creatividad en la investigación. Quienes se desvían de estos protocolos estandarizados a menudo se encuentran excluidos de las publicaciones académicas, lo que conduce a un control y una homogeneización de la investigación. Esta situación es un reflejo de lo que denomino la moral neoliberal en la investigación, una tendencia que se extiende más allá del ámbito ideológico para influir en la vida cotidiana y los proyectos de futuro de las personas.
En países como, España y en Europa en general, estamos presenciando el predominio del “impacto” como criterio principal para valorar la investigación. Este enfoque implica que las investigaciones deben tener un efecto notable, medible principalmente en términos económicos, lo que refleja una preocupación por la producción y la eficiencia más que por la contribución social o el avance del conocimiento. En este contexto, la investigación se convierte en un instrumento al servicio de un sistema de mercado, donde los valores individuales y colectivos se subordinan a las exigencias del neoliberalismo.
Según tu experiencia, ¿Qué sucede con la formación docente en la actualidad?
En cuanto a la formación docente, se observa una creciente escolarización y segmentación del aprendizaje, alejándose de las experiencias y realidades de los estudiantes. Este enfoque conduce a una educación desconectada de la práctica y sumida en una idealización que no se corresponde con la realidad. Esto, a su vez, fortalece el conocimiento sedimentado y perpetúa prácticas educativas tradicionales.
La innovación en educación, a menudo vista como una solución, puede convertirse en una herramienta de control y conservadurismo si no se replantea en función de construir un modelo de ciudadanía más inclusivo y justo. Es crucial vincular la educación con movimientos sociales que promuevan cambios reales y significativos en la sociedad
¿Cuál es una consecuencia de la estructura escolar actual?
La estructura escolar, claramente influenciada por ideologías neoliberales, conduce a la creación de un sistema educativo basado en la ficción, en el que lo enseñado a menudo no refleja la realidad compleja y dinámica del mundo exterior. La formación se centra excesivamente en metodologías instrumentales y técnicas, sin desarrollar una comprensión profunda o crítica del conocimiento. Con la creciente prevalencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), estamos asistiendo a un cambio en la forma de enseñar y aprender, orientado hacia la eficiencia y la practicidad. Sin embargo, es crucial no permitir que estas tecnologías se conviertan en una nueva forma de dominación que desplace la esencia de la enseñanza y el aprendizaje humanos. Este énfasis en la tecnología y en un enfoque pragmático e instrumentalista está transformando el espacio educativo, distanciándolo de su enfoque en el sujeto y la individualidad. Nos enfrentamos al riesgo de que la educación sea cada vez más mediada por “máquinas de educar”, lo que podría desplazar al profesorado y transformar radicalmente el proceso educativo. Las TIC han venido para quedarse, sin duda alguna. Por tanto, hay que incorporarlas como una herramienta a favor de un modelo transformador de la enseñanza y no al revés: que sean ellas las que controlen qué enseñanza se lleva a cabo
¿Cómo afecta esto a los docentes?
En este contexto, los docentes en formación pueden experimentar una falta real de orientación y propósito, planteándose dudas sobre su rol y su contribución al llegar a la escuela. Es fundamental, por tanto, replantear y revalorizar el papel del docente en la educación, enfocándonos en una formación que promueva el pensamiento crítico, la creatividad y la comprensión profunda, en lugar de simplemente seguir protocolos y metodologías establecidas.
Podría comentar la importancia de los tres ejes: formación, investigación y transformación abordada en su charla magistral
La presentación se centró en tres ejes fundamentales: formación, investigación y transformación. Abordamos la situación actual de la educación, explorando sus oportunidades de cambio y el papel crucial que juega la investigación en este proceso. A lo largo de la charla, adoptamos una perspectiva decolonial para examinar cómo podemos influir de manera diferente en la formación y la investigación, con el objetivo de transformar el mundo desde nuevas perspectivas.
Nuestro enfoque principal ha sido demostrar que existe una forma alternativa de concebir el mundo, una que se basa en la capacidad colectiva de todas las personas para construir un mundo compartido, respetando la diversidad y las diferencias individuales. Cada persona tiene la capacidad de pensar y transformar el mundo desde su propia perspectiva, buscando el cambio y la emancipación. Este enfoque implica reconsiderar los valores antropológicos esenciales de la humanidad, en especial la solidaridad, que consideramos el pilar sobre el cual se puede construir una comunidad y fomentar la capacidad de transformar y emancipar el mundo. Este proceso implica reconocer y abogar por la soberanía de todos y cada uno de nosotros y nosotras en la construcción de nuestro futuro colectivo.
Nuestro objetivo es construir nuestras propias vidas y, a su vez, nuestro propio mundo, basándonos en la equidad. Esto implica una visión en la que nadie se sitúa por encima de los demás, sino que todos contribuimos desde la base de la horizontalidad y la justicia. Estos principios fundamentales nos permiten imaginar y desarrollar un sistema escolar diferente, uno que abra paso a una nueva forma de educación.
En este nuevo escenario, todos los participantes —educadores, estudiantes, familias y la comunidad en su conjunto— juegan un papel crucial. Cada uno aporta sus propias visiones y relatos del mundo, compartiendo y entrelazando sus experiencias y percepciones. Esta amalgama de perspectivas nos brinda la oportunidad de cambiar y enriquecer el relato de nuestra sociedad y de nuestra educación.
El verdadero cambio y la transformación radican en reconocer cómo cada uno de nosotros contribuye a la construcción del mundo. Al comprender nuestro impacto en este proceso, se abre la posibilidad de moldear un futuro más justo y equitativo. La solidaridad y la soberanía se convierten en herramientas clave para este fin. A través de ellas, podemos desplegar todo nuestro potencial para transformar la realidad en la que vivimos y forjar un futuro que resuene con nuestros ideales y aspiraciones colectivas.
Finalmente, ¿qué le podría decir a los docentes, por ejemplo, en las posibilidades de cambio que se podrían generar?
El potencial de cambio reside en nosotros mismos. No debemos esperar pasivamente que el cambio provenga de instancias superiores, como autoridades o políticos. El cambio es parte integral de nuestra práctica diaria; es nuestra capacidad de comprender nuestras acciones y el significado que otorgamos al conocimiento, así como valorar a los demás. Es crucial reconocer a los estudiantes como portadores de conocimiento, con los que debemos embarcarnos en un proceso colaborativo de construcción del mundo. Nuestro rol esencial como educadores es facilitar este proceso, desafiando y transformando el orden epistemológico actual para reinterpretar y entender el mundo desde nuevas perspectivas. Esta es, sin duda, nuestra responsabilidad como docentes.