Compartimos con nuestra comunidad la Columna de Opinión escrita por el Dr. Mauricio Mancilla, académico del Instituto de Filosofía de la Facultad de filosofía y Humanidades.
El reciente fallecimiento de Gastón Soublette (1927-2025) marca la partida de uno de los pensadores más singulares y controvertidos de la cultura chilena contemporánea. Filósofo, musicólogo y defensor del pensamiento tradicional, su obra abarcó temas tan diversos como la estética musical, la experiencia simbólica, la sabiduría oriental, el pensamiento cristiano primitivo y las cosmovisiones indígenas. En el campo de la musicología destacó por su enfoque crítico a la industria cultural y su defensa del arte como vehículo de sentido y trascendencia. Fue un intelectual que desafió los paradigmas del racionalismo moderno, abogando por una visión integral del ser humano en armonía con la naturaleza y el misterio.
A lo largo de su vida, Soublette mantuvo un compromiso activo con la cultura popular chilena. Fue colaborador de Violeta Parra en la década de 1950, con quien compartió la tarea de recopilar e interpretar el folclore tradicional. Transcribió a partituras la vasta recopilación de la cantautora y juntos publicaron El Folklore de Chile: la cueca (1959). Esta experiencia alimentó su visión crítica de la modernidad y reforzó su vínculo con las raíces identitarias del país. Por otra parte, en sus libros más contemporáneos, Rostro de Hombre (2006) y El Cristo Preexistente (2016), propone una lectura de Cristo como un arquetipo, enlazando el cristianismo primitivo con corrientes sapienciales de Oriente y con tradiciones indígenas americanas. Esta apertura al pensamiento simbólico, inspirada en el taoísmo y en la cosmovisión mapuche, alimentó su crítica a la modernidad secularizada y a la pérdida del sentido sagrado del mundo.
Su trayectoria académica, especialmente vinculada a la Pontificia Universidad Católica de Chile y a la Universidad de Valparaíso, inspiró a generaciones de estudiantes con su estilo único, más cercano al maestro espiritual que al académico convencional. En 2023 fue distinguido por el Ministerio de Educación con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales. En una época marcada por la fragmentación del sentido, Gastón Soublette nos deja un legado que trasciende disciplinas: el llamado a reencontrarnos con lo esencial, a través del arte, el silencio y la contemplación.